¿Quiénes somos?

Podría decirte que soy fisioterapeuta desde hace años, que me formé en tal sitio, que he tratado a cientos de personas… pero eso no te va a importar si ahora mismo estás con dolor o necesitas que alguien te ayude de verdad.

Así que mejor te cuento por qué hacemos esto.

Hace años me rompí el hombro. Tenía dolor, sí, pero también tenía ilusión. Iba por primera vez al fisio y pensaba: “A ver cómo es esto. Seguro que me explican todo, que me ayudan a entender qué me pasa, que me tratan como toca.

Spoiler: no fue así.

Me encontré una sala llena de camillas, una tras otra. Un solo fisioterapeuta que iba de un lado a otro, sin apenas mirarte a la cara. Máquinas por aquí, electrodos por allá. Y el trato... frío, impersonal, con prisa.Salí de allí con más preguntas que respuestas y con una sensación que no se me olvidará:

“Esto no es lo que debería ser la fisioterapia.”

Y justo ahí, con el cabreo y la decepción aún en el cuerpo, decidí estudiar esta carrera. No para repetir lo que vi, sino para hacerlo justo al revés.

Para tratar a cada persona como me habría gustado que me trataran a mí:

Con tiempo. Con atención. Con empatía. Con implicación.

Hoy no me dedico a calentar camillas ni a poner parches.

Mi trabajo es valorar, tratar y explicar. Mi misión es que cada paciente entienda qué le pasa y se sienta acompañado en serio, no como uno más

Si estás leyendo esto, quizá tú también vienes con la misma sensación con la que salí yo aquel día.

Si es así, tranquilo.

Aquí lo hacemos de otra manera 😉