
Te enseñaron a dar tus primeros pasos. Ahora necesitan ayuda para no perder los suyos.
No es solo cuestión de cumplir años, es de sumar vida a esos años.
Cuando mamá o el abuelo dejan de moverse (no por pereza, sino porque el dolor les va ganando terreno), no solo pierden fuerza en las piernas; pierden confianza para levantarse de la silla, para salir a tomar un café, para decir sí a un paseo con los nietos. Y con cada día que pasan sentados, el músculo se hace pequeño, los huesos se quejan y la cabeza empieza a imaginar límites que antes no existían.
Y esto no tarda meses, ni siquiera hace falta un invierno entero: en cuestión de semanas el cuerpo se acomoda al sofá, la seguridad se evapora y el «¿y si me caigo?» se convierte en excusa para no moverse. Lo que hoy notas como un ligero pinchazo al girar el cuello, mañana puede ser ese «necesito ayuda para levantarme» que duele más que la propia molestia. Y tú sabes que no quieres llegar a ese punto.
Porque cuando el cuerpo dice «hasta aquí», la mente le hace coro: el ánimo baja, la independencia se encoge y la alegría de vivir se queda aparcada detrás de la puerta.
Pero aquí viene la parte buena: el movimiento, guiado y adaptado, es vida. Un plan de fisioterapia a domicilio, ejercicios seguros y acompañamiento profesional puede revertir la pérdida de fuerza, devolver la estabilidad y, sobre todo, reactivar esas ganas de volver a la calle, al mercado, al parque.
Cuanto más tiempo pasen parados, más empinada será la cuesta, sí. Pero si damos el paso hoy, la vuelta atrás se convierte en avance: más autonomía, menos dolor, más vida.
No los dejes frenar del todo.
Llama, mueve ficha y pongamos en marcha ese primer ejercicio antes de que el reloj siga corriendo.
Fisioterapia a domicilio para mayores en Córdoba
La independencia que ellos merecen. La tranquilidad que tú necesitas.
Cada sesión a domicilio es una oportunidad para que ganen fuerza, equilibrio y seguridad.
Y tú dejas de hacer malabares con la agenda para llevarlos a ningún sitio.
Tus padres no quieren sentirse una carga.
Y tú no quieres que pierdan lo poco que aún pueden hacer solos.
Aquí los tratamos en su casa, con calma, con un plan adaptado,
para que recuperen movimiento… y tú, un poco de paz.
Porque no se trata solo de que caminen mejor, sino de que vivan mejor.
De que vuelvan a tener ganas de levantarse, vestirse y salir a tomar el sol.
De que tú puedas disfrutar de ellos sin que todo sean preocupaciones.
Y de que cada día se convierta en una pequeña victoria compartida.
Tres pastilleros llenos, y aún nadie se ha parado a mirar cómo se mueven.
La mayoría toma algo “para el dolor”, “para dormir” o “para los huesos”.
Pero muy pocos tienen a alguien que les ayude a volver a moverse como toca.
Y sin movimiento, el cuerpo se apaga.
Y lo peor es que eso se ha normalizado.
Dolor, pastillas, sofá… repetir.
Pero la falta de movimiento no es “la edad”, es abandono.
Y eso, aunque suene fuerte, pasa en más casas de las que imaginas.
Abandono del cuerpo, de las ganas, de las rutinas que antes parecían fáciles.
Y cuando se deja pasar, cada día cuesta un poquito más levantarse, vestirse o salir a la calle.
Lo bueno es que no es irreversible.
Se puede cambiar.
Y se cambia en casa.
Con ejercicios sencillos, adaptados, y con alguien que no solo te guíe, sino que te motive a seguir.
Porque cada vez que vuelves a moverte, recuperas un poco de fuerza… y un poco de vida.
“Para qué voy a salir, si me cuesta hasta vestirme.” Esa frase te persigue todo el día.
Tus padres no son de quejarse.
Pero a veces sueltan frases como esa, medio en broma, medio resignados:
“Para qué voy a salir, si me cuesta hasta vestirme.”
Lo dicen como si no pasara nada. Pero tú sabes que sí.
Porque no es solo vestirse.
Es que cada vez les cuesta más todo: levantarse del sofá, andar con seguridad, salir a la calle sin miedo.
Y tú no quieres esperar a que también les cueste levantarse de la cama…
o algo peor: que empiecen a rendirse por dentro.
No se trata solo de evitar una caída.
Se trata de ayudarles a mantener lo que aún tienen:
su autonomía, su confianza, sus ganas.
Y si no pueden ir a una clínica, el tratamiento va hasta su casa.
Con profesionalidad, con atención de verdad, y con el objetivo claro:
que vuelvan a moverse sin miedo… y tú puedas respirar tranquilo.
¿Cómo funciona el servicio de fisioterapia a domicilio para mayores?
Aquí cada visita a domicilio tiene un sentido claro: cuidarte bien y con calma. Especialmente la primera, que es clave para conocerte, saber qué te pasa y cómo vamos a ayudarte… sin que tengas que moverte de casa.
Te lo explico fácil, en tres pasos:
1. Valoración en tu casa
Llegamos puntuales, te escuchamos con calma y revisamos tu situación.
Queremos entender qué te duele, desde cuándo y cómo te afecta en tu día a día.
Todo con paciencia, sin prisas, para que te sientas cómodo/a.
2. Explicación clara y tranquila
Te contamos qué ocurre, por qué y cómo lo vamos a tratar, usando palabras sencillas.
Si no has podido estar en la sesión por trabajo o cualquier cosa, luego nos ponemos en contacto con vosotros y os explicamos todo lo necesario.
Te damos ejercicios adaptados que puedas hacer sin riesgo y con seguridad.
3. Tratamiento a tu medida
Diseñamos un plan pensado solo para ti, según lo que hemos valorado y tus posibilidades.
Siempre vigilando tu seguridad y tu comodidad en cada movimiento.
1. ¿Qué tipo de problemas en mayores tratáis con fisioterapia a domicilio para mayores?
Dolores articulares
Rigidez
Dificultad al andar
Pérdida de fuerza
Caídas frecuentes
Secuelas de fracturas o de cirugías
Artrosis
…
En general, todo lo que limite su movilidad o independencia.
2 . ¿Puedo estar presente si el tratamiento es para mi padre/madre?
Por supuesto. Es más, si son personas mayores, prefiero que haya alguien cerca, sobre todo la primera vez.
3. ¿Y si no puedo estar porque vivo fuera de Córdoba o no puedo por trabajo?
Intentaremos adaptarnos a tus horarios dentro de lo posible, pero si no fuera posible, no pasa nada, te mandaré un audio con todo lujo de detalles de esa primera sesión como si estuvieses presente para que no te pierdas nada.
4. Mis padres se niegan a recibir fisioterapia geriátrica a domicilio. ¿Qué me recomiendas?
No se trata de obligar a nadie, pero en muchas ocasiones ellos no son conscientes de lo importante que tiene la fisioterapia.
Al no ser consciente, tomar esa decisión por si solos va a ser difícil y eres tú quien debe de ayudarles.
En algunas ocasiones hemos ido a esa primera sesión un poco a regañadientes y luego se han alegrado de que sus hijos hayan dado ese primer paso, porque si fuese por ellos no lo habrían dado.
5. ¿Y si no quiere hacer nada o no colabora?
Lo entiendo, al principio pasa alguna vez. Trabajamos con calma, con mucha paciencia, y adaptando todo a lo que pueda y quiera hacer. Muchas veces es cuestión de confianza y del primer paso. Una vez que acabemos la primera sesión nos va a preguntar que cuando podemos ir otra vez.
6. ¿Hay una edad “límite” para hacer fisioterapia?
No. Mientras se pueda mover, aunque sea un poco, se puede trabajar. Todo se adapta a su capacidad.
7. ¿Y si tiene deterioro cognitivo o le cuesta entender las cosas?
No te preocupes. Lo importante es adaptar los ejercicios, el ritmo y el lenguaje para que se sienta cómodo.
8. ¿Tenéis experiencia con personas mayores?
Sí. Trabajamos con personas mayores a diario. Sabemos muy bien cómo tratarlos, motivarlos y adaptarnos a sus ritmos.
9. ¿Cuántas sesiones tengo que esperar para ver mejoras significativas?
Es difícil darte una respuesta porque depende de cada caso (del tipo de lesión, dolor, enfermedad, de la implicación de tus padres, del tiempo que llevan en esa situación…).
Pero en general, tras unas 5-6 sesiones se empiezan a ver cambios interesantes que te iremos comentado.
10. ¿Hay alguna garantía?
No. Porque hay factores que no dependen de nosotros como la implicación de tus padres ante la terapia, el origen del problema, de la operaciones, lesiones y enfermedades que tienen en estos momentos.
11. ¿Cuánto duran las sesiones de fisioterapia para mayores?
45min-1h, dependiendo del tipo de tratamiento que se realicen a los mayores.



















